Piensa en tu futuro más inmediato
Cuando sientes emociones muy intensas, sobre todo, cuando sientes que estás muy enfadada, nerviosa, frustrada o triste, sólo te parece importante lo que te está ocurriendo en ese preciso momento y por lo tanto tomas decisiones en base a ello. Pero ¿crees que seguirás sintiendo lo mismo los próximos días? No, todo tiene su subida y también su bajada. Pensar en un futuro inmediato y las consecuencias de dejarte llevar por una emoción momentánea, hará que sopeses los pros y contras y que mantengas el control. No tardarás mucho en agradecértelo.
Preocúpate más tarde
Está demostrado que cuanto más te esfuerzas en olvidarte de algo, más se cruza por tu mente. En cambio, cuando dejas de pensar durante un momento, cuando te das el permiso para posponerlo, la carga emocional es muchísimo más baja. Y por lo tanto la magnitud es menor. Lo que te llevará a preocuparte muchísimo menos y ver las cosas de un modo diferente.
Piensa en lo peor que pueda pasar
No es cuestión de dramatizar, pero si que es cierto que cuando algo te está preocupando y te paras a pensar en el peor de los escenarios posibles, con todo lujo de diálogos, detalles, imágenes y sonidos, te ayudar a relativizar el problema y por lo tanto a sentirte mejor instantáneamente ¿A qué esa experiencia que has imaginado no ha sido tan mala? Practícalo.
Escribe un diario emocional
Ya sea en tu libreta, en tu tablet, tu móvil, tu ordenador… donde quieras. Empezar a escribir diariamente como te siente te ayuda a sacar tu carga emocional. Por lo tanto es una forma muy sana y recomendable de extraer lo que llevas dentro. Además, al tener tus anotaciones diarias puedes ir ojeándolas con el paso de los días. Seguro que en un tiempo verás esos “grandes problemas” mucho más pequeños. Y la respuesta emocional será muy diferente. Puede que incluso te rías. Haz la prueba, ya verás.