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«Menudo trancazo», «Madre mía, que tos», «Tápate la boca»,»Estás fatal»…
Estas son las clásicas frases que suelen acompañar a los episodios de tos y que pueden causar más molestias, irritación y rechazo de la que ya sientes.
Y no solamente a ti. Parece que al resto también, (especialmente si se alejan y ponen cara de asco).
Si te has enfrentado a esa situación, es posible que hayas reprimido tu tos para no molestar a los demás.
Si esto es así, déjame decirte que estás cometiendo un grave error. La tos transmite un valiosísimo mensaje sobre tu gestión interna. Pero no solo de tu sistema inmunológico.
La tos habla de la nula y débil gestión emocional que tienes y el hábito que tienes de callar.
Lo sé. ¿Molesta y te irrita, verdad?. Pero no es una casualidad que estés aquí. Algo ha resonado en tu interior. Y ya va siendo hora a que te escuches.
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Cuando te desarrollas bajo un contexto donde ves que te faltan el respeto, que tu opinión no sirve o que te pisan con las palabras, ¿qué sientes?
Rabia. Injusticia. Incomprensión. Angustia. Ansiedad.
Te irrita. Tragas saliva. Te falta el aire. Te ahogas porque ves que no puedes ni debes expresarte.
La tos es una forma de poder liberarte de las emociones negativas que estás guardando y de las personas que han invadido tu espacio.
Cuando alguien toca esa tecla que activa la ira, te gustaría gritar al mundo lo que sientes.
Que te ha dolido una situación.
Que quieres que te escuchen.
Que tienes una opinión.
Pero no la dices. Porque de nuevo, no puedes ni debes hablar. O lo que es lo mismo: Tus pensamientos, sentimientos, ideas no sirven.
Piensa por un momento en lo que ocurre cuando tienes tos.
La propia tos te impide hablar. No puedes tampoco respirar, y el propio esfuerzo y tensión te provoca dolor.
Pues esto no es más que un espejo de la forma que tienes de actuar cuando la emoción negativa quiere salir.
Tu cuerpo sabe que no puedes ni debes expresarte, por lo que la propia tos está para evitar que la emoción salga a la luz. Te protege.
(Quédate con esto último porque es clave para poder procesar todo)
La Tos es un aviso del cuerpo cuando entra en contacto con un ambiente tóxico. Y no nos referimos a aquel que está cargado de microorganismos o virus que causan la tos.
El ambiente tóxico también es el ambiente de las relaciones personales, donde la negatividad, críticas, juicios y emociones que te oprimen, te impiden respirar con tranquilidad.
Y todo ello es verdad y muy real. Pero, ¿es realmente así?
Fíjate lo que sucede.
Los microorganismos y virus están por todas partes y causan infecciones.
Pero de ser así, todas tendríamos los mismos síntomas y el mismo tipo de tos, ¿verdad?
¿De qué depende que enfermemos? Un sistema inmunológico fuerte, capaz de defenderte frente a microorganismos.
Pero a veces, tu sistema inmunitario está sometido al estrés, en horas (y defensas) bajas, y pierde su capacidad de hacer frente a los microorganismos, y haciéndote propensa a enfermar.
El estrés disminuye los linfocitos del cuerpo, los glóbulos blancos, que ayudan a combatir infecciones. Cuantos más bajos sean los niveles de linfocitos, mayor será el riesgo de contraer virus como el resfriado común.
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Es un hecho corroborado por la ciencia que el hecho de que enfermes dependerá del sistema inmunitario propio de cada persona.
O lo que es lo mismo: depende del nivel de gestión de tu organismo.
Pues lo mismo sucede con la tos.
Todos los espacios son iguales para las personas. Las situaciones siempre son las mismas. Los eventos son neutros.
El cómo se desarrolle siempre parte de tu interpretación y de gestión emocional. Si dentro de un lugar te sientes libre y con confianza para expresar tus ideas, estas fluirán.
Pero, ¿qué ocurre cuando no está esa confianza? ¿Qué sucede cuando constantemente hay…
Te puedes hacer una idea del estrés con el que convives ¿verdad?
La realidad es que no rechazas el ambiente. Ni la situación.
Tampoco a las personas con las que te relacionas (de hecho, tienes muy en cuenta sus opiniones).
Lo que estás rechazando es a ti misma. A tus pensamientos, emociones y acciones.
Si sientes curiosidad, aquí tienes el significado emocional de la gripe y del resfriado según la biodescodificación.
No es una casualidad que salga un tipo de tos ante un contexto, situación o persona. Tampoco lo es la etiqueta que designa a la tos.
Atrévete a escuchar todo aquello que tiene que contarte
Este es un tipo de tos que suele estar asociada a un estrés consciente y que se reconoce desde la Medicina.
Según explica la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y Tecnología, ésta aparece en situaciones puntuales de alta presión emocional en la que sí o sí, tienes que hablar (por ejemplo, una exposición o hablar en público).
Los nervios y la presión que vives porque sabes que tienes que hacerlo aumenta más el estrés y el miedo, y de nuevo, la tos aparecerá para protegerte.
Suele estar asociada a situaciones que no deseas, que te desagradan. Incluso que son inesperadas.
Situaciones en las que frenas en seco, y te paralizas porque no la aguantas o porque no sabes cómo gestionarla (emocionalmente hablando).
Una conversación incómoda, una mala noticia, una orden, compartir espacios con personas que te irritan…
El flema que puede acompañar a tu tos cuando te sientes congestionada a nivel emocional.
¿Y cuál es otra situación donde también te sientes congestionada (física y emocionalmente?
Exacto, cuando lloras.
Por lo tanto, la tos con flemas habla de una situación que te congestiona porque las penas y la tristeza te ahogan.
Dentro de ti, reside un conflicto que ha generado un gran impacto y muchas emociones negativas, que se prolongan en el tiempo, y de las que no consigues deshacerte.
Un resquemor que sigue picando en tu interior, y que intentas, con esfuerzo y sin resultados, a expulsar constantemente.
La Tos recurrente puede manifestarse por factores psicológicos como el estrés o la ansiedad, dónde nuestros hábitos respiratorios pueden verse afectados, lo que irrita nuestra garganta y limita el suministro de oxígeno
La clave para poder cambiar aquello que no te gusta es reconocer el rechazo y la molestia que hay dentro de ti.
Al igual que buscas una solución a tu problema físico, haz un ejercicio de introspección para buscar y encontrar tu irritación emocional.
Puedes empezar preguntándote a ti misma:
El callar para no hacer daño parece que ofrece beneficios, porque evita la rotura de vínculos.
Pero nada más lejos de la realidad, puede evitarlos, si, pero te desconectas de ti misma.
Vamos a ser honestas. ¿Crees sinceramente que el expresarte va a ser peor que si no te expresas?
Si tu no interrumpes a los demás, ¿por qué te interrumpes a ti misma?
Reconoce que tienes el mismo derecho a expresarte que el resto de personas. Que todo lo que piensas, sientes y te mueve es totalmente válido.
No esperes a explotar para contarle al mundo quién eres: una persona sincera consigo misma y que se valida y ama.
Nada puede hacerte daño. Tu eres la que decides y gestionas la situación.
No es lo mismo cantidad que calidad. Esta es una de las frases que suelo usar con las personas a las que acompaño.
Sí. Expresar lo que sientes lo antes posible te puede evitar problemas mayores. Pero no es lo mismo hacerlo desde la queja constante que desde el amor.
Comunícate asertivamente, especialmente contigo. Cambia tus pensamientos. Intenta ver la situación como una oportunidad de cambio.
No adelantes acontecimientos. Escucha ambas partes antes de saltar.
Fluye con tus emociones
Tras leer estas líneas, es posible que en ti se haya activado muchas emociones.
La información te llega como un palo. La rechazas. Toca muchas cosas. Te irrita y molesta.
Pero tengo comprobado que si aceptas la realidad, y aceptas como eres, todo es más fácil. Más liviano.
Sucede como el aire que inhalas.
Cuando este entra en tus pulmones, llega hasta el final, a los alveolos. Los pulmones se ensanchan. Y respiras. Te sientes plena.
¿Te resuena la sensación? ¿Cuánto hace que no la sientes?
Pues aquí está la clave.
Cuando hallas el conflicto que está detrás del síntoma, comprendes el origen. Y sientes paz.
Porque todos conocen la tos, pero no todos conocen los diferentes tipos de tos.
Y muy pocas afortunadas (entre ellas estás tu) están conociendo esta valiosa información que te ofrece el cuerpo.
Date a ti y a tu cuerpo las gracias 😉
Las defensas emocionales son tus mayores aliadas para poder afrontar el día a día en cada uno de los contextos que vives.
Y tan importante es conocer las emociones como ver qué papel tienen y porqué aparecen.
Una forma fácil, directa y efectiva para conocer tus emociones y cómo las usas en cada contexto, situación y relación personal es a través de una sesión personalizada de Biodescodificación.
Los acompañamientos en Biodescodificación son un espacio seguro, amable y muy personal, donde podrás dar voz esas emociones que están esperando a ser escuchadas.
Ellas tienen muchas historias de tu pasado y presente que te ayudarán a crear un futuro mucho más saludable, pleno y libre. Aprovecha la oportunidad que te ofrecen.
Nos vemos muy pronto 🤗
