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Pena, desdicha, amargura, nostalgia…¿reconoces estás emociones?, ¿te ocurren solo de vez en cuando o por el contrario son una constante en tu día a día? ¿Eres consciente de tu dolor? ¿Sabes ponerle nombre o no tienes ni idea de dónde viene tanto malestar?
La depresión es una huésped que puede quedarse con nosotros durante mucho tiempo, para ello, las sesiones en Biodescodificación son esenciales si tu propósito es expulsarla de tu vida. Te aportarán lucidez y claridad mental, algo que hará que tu dolor vaya menguando hasta alcanzar la paz y la tranquilidad que toda tú mereces.
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La depresión es una enfermedad que no entiende de edades. Además, es un problema que se ha agudizado en muchísimas personas tras la pandemia producida por el COVID-19. Y es que aún, hoy en día se están pagando las consecuencias y las secuelas que ella ha dejado.
Podemos reconocerla fácilmente cuando alguien experimenta de manera continuada sentimientos negativos, tristeza infinita, ansiedad, estrés, pensamientos rumiantes, cambios de humor…
Y aunque este tipo de respuestas las pueda vivir una personas de manera puntual en su vida, tras una mala etapa o una circunstancia traumática, estás emociones son demasiado intensas, se clavan en el corazón y están presentes en cada momento de su vida cotidiana, por lo que, quién la sufre, no puede llevar una vida normal.
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Según la Biodescodificación, la depresión está ligada a una pérdida de identidad total. No nos reconocemos, nos alejamos completamente de la realidad y de aquello que forma parte de nosotros y de quienes somos.
Nos distanciamos tanto que se da una confusión persistente. Por lo que quién padece depresión no puede hacerse cargo de su propia enfermedad ni de los problemas que le han llevado a desarrollarla. Hay una mezcla de sentimientos de desesperanza y a la vez de agresividad.
Esto ocurre porque por dentro estamos hechos un lío. Nuestras emociones se hallan revolucionadas y nuestra mente no para de tener pensamientos negativos que ponen aun las cosas más difíciles. Según la biodescodificación, ese malestar interno se refleja en nuestro cuerpo y en nuestra personalidad con apatía, dejadez, desánimo permanente y pena infinita.
Depresión estructural endógena en Biodescodificación: Tiene su origen en historias transgeneracionales heredadas, duelos que no se han resuelto, responsabilidades no asumidas, pérdidas económicas, dolores amorosos, abandonos, muertes…
Depresión coyuntural endógena en Biodescodificación: Hay una razón muy clara, normalmente tras un acontecimiento traumático. Quien la sufre se desvaloriza, se siente que no vale nada. El conflicto sin resolver surge al tiempo de haberse producido esa conmoción.
Depresión compensada en Biodescodificación: La depresión puede surgir por alguna de las razones anteriores, pero quien la padece intenta compensar los síntomas trabajando en exceso, saliendo, riendo desmesuradamente…Es una manera de evitar o reprimir lo que se siente.
La depresión según la Biodescodificación, alberga grandes sentimientos de resentimiento y odio hacia uno mismo. La persona que lo padece vive anclada en el pasado y tiene grandes dificultades para salir de él. El presente y el futuro no existen.
La Biodescodificación dice que hay un conflicto que suele ser el detonante de tu depresión, ya sea un malestar con alguien cercano o alguna situación complicada que se dé en su vida como el trabajo, el dinero…Un conflicto que produce temor de perder lo que se tiene hasta el momento.
En otras personas el conflicto aparece cuando sienten dificultad para poner límites o marcar el territorio. No saben qué es lo que les pertenece en exclusividad y que les pertenece a los demás.
¿Qué ocurre? Que cuando hay una enfermedad de depresión puede haber un exceso de sensibilidad generado por el entorno. Quien padece esta enfermedad está absorbido por lo que pasa en él, sintiendo, por tanto, una gran responsabilidad.
La Biodescodificación dice que esta depresión aparece en aquellos meses donde anochece antes o donde los climas
Son más fríos y por lo tanto no hay tanta intensidad solar.
Hay un conflicto relacional entre el padre y la muerte, despertando pensamientos o sentimientos constantes de oscuridad y de que la vida se va a acabar de un momento a otro:
“Mi padre murió”
“Siento miedo a que mi padre termine conmigo”
“La relación con mi padre me da mala vida”
Esta depresión, según la Biodescodificación, puede ser más o menos leve. Afecta sobre todo a las madres después del parto, pero también, en menor medida, puede afectar a los padres.
El problema que surge está relacionado con conflictos de desvalorización y separación.
La persona que lo sufre siente un cambio brusco. Y es que en el momento del parto se pasa de ser una mujer a ser madre, adquiriendo un nuevo papel. De esta manera, deja de llevar dentro a una persona para cuidarla y protegerla.
Se pierde un estilo de vida y se pasa, de manera radical, a afrontar una nueva etapa que puede llegar a saturar y asustar.
Se genera, por tanto, un miedo a la novedad. La Biodescodificación cree que, ante este tipo de depresión, se puede tener algo sin resolver con los progenitores. Una situación del pasado que no supieron cómo llevar y les llevó a tomar distancia con los hijos.
La depresión consciente, en Biodescodificación, es aquella en la que la persona que la padece sabe que se encuentra en esa situación y también sabe que la importancia que le da a ese problema o conflicto aumenta el nivel de malestar.
Cuando hay conciencia en este tipo de enfermedades se puede trabajar más plenamente. Empezando por:
La depresión inconsciente, es aquella en la que no hay una conexión mental y corporal. No se reconoce la depresión. No se sabe que se está viviendo esa situación.
Tampoco se sabe de dónde procede o a qué se debe, por lo que puede aparecer en cualquier momento o cualquier época. Incluso en meses o fechas especiales que la persona que tiene depresión no tiene en cuenta.
Esos momentos pueden dar muchísima información y además ser la clave para trabajar en la mejora y la sanación.
La Biodescodificación es muy fructífera cuando se trata de hacer regresiones en el pasado y encontrar el causante de tu dolor, el causante de tu depresión. Como ya sabes, la depresión no siempre aparece con una explicación de la mano, se tiene que tirar del hilo para averiguar en qué momento empezó todo o por qué ha explotado en este momento.
Lo bueno de este método es que abarca mucho más allá que tu enfermedad. Contempla tu pasado, tu presente, tu historia, vivencias, conflictos, relaciones personales…Todo el conjunto de tu persona da mucha información. Hay que detenerse y extraerla para que puedas entenderla.
Cuando eres consciente de tu dolor te empoderas, porque lo ves desde otras perspectivas. Lo manejas a tu antojo, haces cambios favorecedores y esto te lleva a que sanes y vivas una vida más libre y cargada de bienestar.
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