Visualiza
Tu subconsciente responde muy bien a las imágenes que tú mismo te proyectas, hazlo de manera positiva y siempre fortaleciéndote. Intenta pasar unos 15 minutos proyectando tu propia película, donde las escenas sean lo más buenas posibles y en las que por supuesto tú seas el único protagonista. Imagina cómo consigues ese trabajo nuevo que tanto te gusta, o como haces ese viaje de ensueño que llevas tantos años queriendo hacer, como tienes una cita perfecta con quien será el amor de tu vida. Todo lo que quieras, cualquier cosa hacia donde quieras llegar. No quiere decir que una vez lo visualices de repente se haga realidad, pero sí añadirás un contenido a tu mente que se encargará de ir restándole importancia o eliminando esas imágenes negativas que están almacenadas en el subconsciente. Producto de malas experiencias, miedos, preocupaciones o traumas. Cuanta más intensidad emocional y más sientas ese amor, alegría, gratitud o pasión entre otros, más se absorberán estos mensajes como si fueran reales.
Utiliza frases positivas que te empoderen
El siguiente paso es empezar a cambiar ese tipo de discurso que tienes tan interiorizado, sea a nivel verbal o sean pensamientos internos que no paran de pasar por tu cabeza. Empieza por determinar cuáles son esas palabras o frases que te dices y dales un giro radical. Deja atrás “no valgo para nada. Soy un desgraciado y nadie me va a querer.” Y sustitúyelo por “soy una persona muy competente y valiosa. Me quiero a mi mismo y me respeto y sé que la gente que me rodea siente y piensa lo mismo de mi”.