Como conocerse a uno mismo es un ardua tarea que requiere tiempo y paciencia. Hacerse las preguntas necesarias e importantes para evolucionar. Es ponerle empeño, y recorrer un camino de autoreflexión e introspección.
Si estás aquí es porque sientes que es el momento de ponerse a ello. Acompáñame, te explico cómo hacerlo.
Descarga el PDF gratis de la primera parte del Diccionario de Biodescodificación que contiene:
Recíbelo ahora en tu bandeja de e-mail. Solo tienes que poner tus datos abajo.
Aprender cómo conocerse a uno mismo es la llave para acceder al total bienestar, porque hace que te centres y sepas hacia donde quieres ir, sin que nada se interponga en tu camino hacia el desarrollo personal.
Requiere de una gran y profunda reflexión para saber mucho más sobre ti misma.
Esto te acercará a conocer tu propia identidad y cuál es el sentido que tiene para ti la vida.
Llegar a conseguirlo requiere de una aceptación total de quien eres. Con tu personalidad, tus cualidades y defectos. Todo, absolutamente todo, lo que te gusta y lo que no, juega un papel importante.
Aceptarte hará que tu día a día sea más fácil y te conectará mucho más a la felicidad.
Cuando emprendes este camino es muy lógico que sientas inseguridad, porque como norma estamos más acostumbrados a vivir hacia y para los demás que por nosotros mismos.
¿Qué quiere decir esto? Que nos esforzamos más por aparentar, reprimir y disimular que por simplemente ser.
La razón: ¿qué pensarán los demás de mí?
Vivimos condicionados por nuestro entorno, cultura, la sociedad en general… y ten presente que no es algo malo, todos hemos crecido bajo estás circunstancias.
Pero para vivir conectada a ti y autodescubrirte has de apartarlo y encontrar la verdad de quién eres.
No eres lo que los demás puedan pensar de ti. No puedes ser la persona que alcance las expectativas de otros. Eres tu, única y especial.
Te tienes que sentir identificada contigo, con tu esencia, con tus gustos, tu ideología, deseos…
Para comenzar a conocerte a ti misma has de ver la realidad que hay en ti.
No querer alcanzar unos estándares imposibles que nadie cumple.
Se trata de vivir sin fingir. De vivir la vida que realmente sientes que te pertenece y donde te encuentres conectada a tu auténtico yo.
Voy a ser claro contigo: Cuando no te conoces a ti misma, entonces tu cuerpo enferma.
Porque el cuerpo no enferma porque sí.
Así de simple y sencillo.
Ni te imaginas la de enfermedades que se han resuelto tras pasar por mis sesiones.
Como el de una de mis clientas que tenía «depresión».
Atenta, porque es muy fuerte esto:
💡 CASO REAL
«Llevaba meses sin energía. Me despertaba cansada, todo me costaba un mundo. Y lo peor era que había perdido la ilusión por todo. Fui al médico, me dijeron que tenía depresión. Pastillas, terapia. Nada funcionaba.»
«Hasta que entendí que todo lo que tenía no era una enfermedad. Una señal.»
En sesiones, se dio cuenta que su vida giraba entorno a lo que los demás querían.
Pero nunca se había preguntado QUÉ quería ella.
Empezó a trabajar en sí misma. A saber qué quería realmente, a escucharse…
Y la depresión desapareció.
Esta es la lección de hoy: Tu agotamiento, tu ansiedad, tu tristeza… tienen una raíz emocional.
Si no te conoces no sanas. Y acabas atrapada en la misma rueda.
Así que, o sigues dando vueltas por miles de consultas para hacer terapias, o tomando pastillas… O paras con el bucle de una vez por todas.
Tu decides.
Descarga el PDF gratis de la primera parte del Diccionario de Biodescodificación que contiene:
Recíbelo ahora en tu bandeja de e-mail. Solo tienes que poner tus datos abajo.
Primero de todo has de tomar el hábito de analizarte y observarte. Conectar con tu mundo interior y escuchar que te dice. Esto te dará mucha información de cuánto y cómo te conoces a ti misma. Estos patrones de conducta pueden ayudarte a tener una percepción más aproximada:
Ocurre cuando no confías en ti misma ni en tu instinto. Entonces recurres a buscar fuera de ti lo que no encuentras dentro. Ten presente que la respuesta la tienes tú y nadie mejor para saber cómo y qué sientes.
Tu con tu personalidad, tus rasgos característicos y con toda tu esencia eres única.
¿Por qué tiendes a compararte con los demás?
Esto no va a darte pautas para que te conozcas mejor. Lo único que vas a conseguir es que sientas frustración, decepción y un extraño y dudoso amor propio que nada tiene que ver con el real.
Tener pequeñas incógnitas es normal, nos hace reflexionar y evolucionar.
Lo que no es tan normal es dudar acerca de cada decisión que tomas, sea pequeña o grande.
Te lleva a arrastrarte por la corriente, o por lo que crees que es correcto, sin prestar atención a lo que realmente sientes y te dicta tu corazón.
Al no saber cómo eres en realidad, te pones bajo el criterio de los demás a la hora de evaluarte.
Si te aprueban te encuentras en calma, si no lo hacen, te vienes abajo.
Esto te va mermando y hace que te despersonalices, hasta el punto de no llegar a reconocer tu propia identidad.
Cuando no se hace bien y no se gestiona de manera adecuada, sí puede resultar peligroso.
Son muchas las emociones por las que pasas y miles los pensamientos que llegan a tu cabeza.
Si no haces una selección correcta y te quedas con aquello que te hace crecer, eliminando lo que te anula, puede llevarte a sentir estrés, ansiedad o incluso depresión.
Por eso es muy recomendable que cuando sientas que es el momento para entrar de lleno en la profundidad de tu ser, sin esconder nada, te pongas en manos de un acompañante que te guíe y oriente en este proceso. Será más fácil, más rápido, más beneficioso y más enriquecedor.
Lo ideal es que puedas conocerte en profundidad para saber con qué te identificas y con qué no. Entender qué te hace reaccionar, sentir mal, sentir bien… Te aporta información valiosa para tener una opinión más clara y real de ti misma.
Conoce tus principios, qué es lo que te mueve y hasta dónde llegan tus límites. Haz una lista de tus valores personales, de aquello que es verdaderamente importante para ti.
Conoce cómo reacciona ante una situación, cómo es tu respiración, cuales son tus habilidades, tu resistencia, flexibilidad… Aprende a observarlo y escucharlo. No te cierres oportunidades sin probarlo porque no sabes el mundo de posibilidades que te estás cerrando.
Los sueños, los objetivos, las pequeñas metas, van marcando tu camino y te dan un propósito y mucha motivación. Cada vez que cumples uno te sientes más capaz y más orgullosa. Son esenciales. No los dejes ir, eso sí, que sean lo más realistas posibles.
Aunque parezca sencillo, no lo es. Piensa realmente en qué te gusta de vedad y te hace ponerte en marcha y qué te desagrada. Como normalmente acabamos mezclándolo y haciendo cosas con las que no estamos conformes, no sabemos detectarlo tan claramente. A partir de ahora, fíjate en cada elección y en cada decisión. ¿Qué sientes?
Conocerte a ti misma hace que estés más conectada contigo y con tu entorno, hace que sepas lo que quieres y cómo lo quieres. Te aleja de los malestares y dolores innecesarios para que consigas tener una vida más plena y feliz.
Es dar el paso para acabar con lo que no funciona y liberarte de ataduras que te mantienen anclada a una vida sin sabores. Para conocer, descubrir y experimentar nuevas opciones que se ajusten más con la persona que realmente eres.
He ayudado a cientos de personas y empresarias a conseguir salud, amor y dinero al trabajar el origen emocional de sus problemas físicos y personales.